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Los ingenieros antes de la I Guerra Mundial

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El final del siglo XVII y el XVIII suponen un momento de esplendor para la fortificación (y, en consecuencia, de los asedios). Por este motivo, los ejércitos europeos se vieron en la necesidad de disponer de  especialistas,  capaces de abordar la construcción de las complejas fortalezas abaluartadas y la no menos compleja labor de tomarlas. No es sorprendente que la creación de los Cuerpos de Ingenieros occidentales date de este periodo histórico (Francia en 1690, España en 1710, Reino Unido en 1716…). Para entender la importancia de las fortificaciones, hay que citar brevemente las características de los ejércitos europeos de la época: el ejército típico de ese periodo histórico era ‘profesional’ (mercenario), por lo que su costo de mantenimiento era elevado, obligando a que su tamaño fuera pequeño. El mercenario no participaba de los frutos de la victoria, y es difícil pensar que estuviera dispuesto a asumir excesivos riesgos por un sueldo muy modesto. Sus valores morales y su lealta

La artillería antes de la I Guerra Mundial

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  Prácticamente hasta los primeros años de la Gran Guerra, la Artillería empleaba esencialmente el tiro directo, a distancias muy cortas (1500 a 2000 m.),  desplegaba entre los intervalos de la Infantería y tiraba a través de ellos, o desplegaba directamente unos centenares de metros a vanguardia de ésta. Su función básica era batir a las masas de Infantería enemiga o bien destruir fortificaciones en asedios: en realidad, era un Arma auxiliar, destinada a aumentar el poder de fuego de la Infantería propia. Sin embargo, ya desde las Guerras Napoleónicas, el fuego concentrado de Artillería era en muchos casos un elemento decisivo en el combate. Sin embargo, a mediados del siglo XIX la Artillería de Campaña se encontró en una situación muy difícil: la introducción de los nuevos fusiles rayados hizo que el alcance de la Artillería en tiro directo (alrededor de los 1000-1500 metros) fuese muy similar al de la Infantería dotada de fusiles rayados, mientras que su cadencia de tiro era notoria

La caballería antes de la I Guerra Mundial

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La doctrina de la Caballería antes de 1914 era sensiblemente similar a la utilizada durante las Guerras Napoleónicas. La Caballería se dividía en dos grandes grupos: la Caballería Ligera, dedicada a la exploración (estas unidades constituían ‘los ojos’ del Ejército) y a proporcionar seguridad (mediante la información, pero también realizando acciones encaminadas a retardar o canalizar el avance enemigo hasta que las tropas propias pudiesen reaccionar) y la Caballería Pesada, empleada fundamentalmente para perseguir a un enemigo en fuga o para provocar el colapso final de unidades enemigas ya quebrantadas, mediante el empleo de su forma favorita de acción, la  carga . Sin embargo, no puede decirse que la Caballería fuese ajena a las consecuencias de los avances en la potencia de fuego de los contendientes: sin perder su forma tradicional de combatir, la Caballería se fue dotando de fusiles (denominados, en general ‘tercerolas’, algo más cortos que los de la Infantería, para facilitar el

La infantería antes de la I Guerra Mundial

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Hasta la Primera Guerra Mundial la Infantería se articulaba en unidades a pie y dotadas de armamento homogéneo: fusiles con bayoneta. De ahí lo acertado de las denominaciones de sus unidades como ‘de fusileros’. Todavía en los años inmediatamente anteriores a la Gran Guerra, los Ejércitos europeos seguían considerando que la Infantería actuaría de un modo básicamente similar al que había empleado en tiempos de Napoleón: desplazándose en columnas y desplegando en formaciones más o menos abiertas para el ataque. La organización general de las unidades de Infantería en ataque contemplaba dos tipos de fuerzas distintas: unas avanzadillas compuestas de tiradores (la ‘Infantería ligera’ tradicional) que avanzaba en formaciones muy abiertas a vanguardia del grueso de las unidades, con la misión de hostigar a la fuerza enemiga, desorganizarla en lo posible y obstaculizar su despliegue. Tras esta pantalla de cobertura avanzaba el grueso de la Infantería (la ‘Infantería de línea’, llamada así po